La vida improvisada

la vida improvisada

Esta tarde me sorprendo a mí misma sonriendo por dentro, cuando mi padre me pregunta sobre mis vacaciones del mes de agosto de 2015.

No sé lo que haré, ni donde estaré, ni siquiera si estaré…y sonrío porque no me importa lo más mínimo, estoy en paz, me siento plena y gran parte de esa plenitud está en que descubro la vida cada mañana como si fuera un tesoro, como el regalo que en realidad es.

Solo tengo el dia de hoy, el resto del tiempo es incierto y no sé lo que sucederá pero me da igual, me dejo mecer por el vaivén de la vida improvisada.

Atrás quedan los patrones antiguos, el control, el tener que tener todo atado, que gran mentira…si no controlamos absolutamente nada, esa planificación no es real, es solo un invento nuestro para no dejarnos vivir por la vida, que con su abrumadora presencia, de pronto un dia nos despoja de todo lo que somos, de todas esas falsas seguridades y planes encorsetados, para enseñarnos que la vida es solamente aquí y ahora.

A veces atisbamos esa certeza, pero luego se nos olvida y volvemos a enredarnos en futuros y pasados que no existen, para escapar de este presente que es el único momento en que algo puede tener algún sentido.

Que placer es mecerse al ritmo de lo que dicten los rayos del sol, sentir esa libertad de que todo puede suceder o no, y esa confianza de que todo lo que suceda estará bien.

Vida improvisada, me entrego a ti, y al hacerlo descubro que no es nada improvisado lo que sucede, es simplemente VIDA, y la disfruto aquí y ahora.

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