Hasta pronto

 

 

Este es un post de despedida, pero también puede ser de bienvenida.

Porque todos los finales son siempre principios.

Aprovechando que hoy es un día especial pues se celebra el Solsticio de Invierno, la noche más larga del año que precede al renacimiento de la luz, he querido escribiros.

El sol renace y con él nuestros sueños y deseos.

Es esa chispa de luz que prende en nuestros corazones y que podemos avivar y alimentar el resto del año.

Pero también es el tiempo de dejar definitivamente morir o soltar lo que ya no tiene que estar.

Hace más de 4 años que nació Transformando lo imposible, un proyecto que nació de mi corazón, que puse en el mundo con enorme ilusión y que ha ido transformándose como no podía ser de otra manera y transformándome, junto con la vida que siempre nos invita a cambiar y a ir mas allá.

Han sido unos años maravillosos, llenos de luz y de sombras, que agradezco por igual,pues ambas me han hecho crecer.

Este es un post de Gratitud, gratitud inmensa a todos vosotros que seguís este blog, que en algún momento resonasteis con las palabras que he puesto en él….que en algún momento a través de mi, conectasteis con vosotros mismos.

Pero siento que es el momento de que muera…de dejarlo ir….

Este año ha sido la consolidación de mi verdadero proyecto, Conexión Cielo y Tierra.

Ha sido un largo viaje hasta integrar lo que soy, hasta conectar todos los puntos y ponerme al servicio de todos los que llegan hasta mi.

No me voy, simplemente me transformo, cambio de forma….podeis seguirme y suscribiros si así lo sentís a:

www.sandrarguelles.com

Ahí seguiré y sigo publicando cositas.

Te envío un gran abrazo y te deseo lo mejor, gracias por acompañarme y por estar durante este tiempo.

Te envío amor y luz, esa luz que hoy renace y te deseo que todos tus “imposibles” se transformen.

Hasta pronto

Sandra

 

 

Resignación Aceptación,Rendición…..

resign

Resignarse es ver como la vida o las situaciones pasan por nosotros y quedarnos anclados en el pasado, en el ojalá hubiera sido de otra forma, ojalá pudiera regresar a aquel momento, actuar distinto, decidir distinto, resignarse es conformarse con la pérdida, con el dolor, con el suceso pero desde la negación.

Me resigno y pienso que al hacerlo algo cambiará pero por dentro sigo en lucha, sigo sin paz.

La resignación me inmoviliza, no hay acción posible desde ese estado.

Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma, decía Carl Jung.

La aceptación, al contrario de lo que pensamos es lo que posibilita que las cosas cambien y se transformen, y ¿qué es aceptar?

Aceptar, es abrazar lo sucedido y acunarlo, atravesar las emociones, sentir lo que he perdido, no escapar de lo que me toca vivir, mirar al miedo a los ojos y decirle: De acuerdo, estamos juntos en esto, caminar de la mano del dolor…..

Aceptar, es cuando de pronto un día, te miras al espejo y solo ves la realidad de lo que hay, puro presente, sin fantasmas pasados, ni quimeras futuras, abrazar esa imagen que te devuelve el espejo y sonreír porque al margen de lo sucedido, tú estás y eres aquí y ahora, y en ese instante te reconoces listo y libre para avanzar.

Cuando aceptas ya no estás en lucha, y entonces el Universo entiende que estás preparado de nuevo para la acción y te trae nuevas cosas y de nuevo todo lo que parecía estancado se pone en movimiento.

Y por último está la rendición, que es cuando te pones en manos del Universo con la total y absoluta certeza, de que cualquier cosa que suceda será perfecta, sin expectativas, sin apegos.

Ya dejas de juzgar si lo que ocurre o lo que vives es “bueno” o “malo”, esas etiquetas dejan de tener significado, todo lo que ocurre es absolutamente perfecto y es justo lo que debes vivir y transitar.

Fluyes con la vida sin ningún tipo de juicio, viviendo en confianza plena.

Y sorprendentemente en el estado de rendición todo lo que te sucede es absolutamente maravilloso.

¿En qué parte del camino estás tú?