Hay princesas que saben muy bien cuando llegan los finales de los cuentos, porque hace tiempo que han decidido escribir ellas sus propios relatos.
Hoy es el final de un cuento triste, no el final para todos, pero si para ella, porque elige salirse del cuento, hay veces que la princesa pierde al príncipe, no come perdices y además le toca sostener con infinito amor a su príncipe aunque entre ellos solo queda ya vacío y distancia.
Pero esta princesa eligió quedarse, porque alguien a quien amó se marchó sin avisar y después la llamó desde un lugar invisible y le pidió que cuidara un poco más del príncipe y su familia, y asi fue.
La princesa se tragó sus lágrimas y se puso un traje de amor incondicional y los sostuvo, arropó y amó a todos, con el amor del primer dia, con el aroma de una rosa que nunca se marchita.
Y hoy ya llegó el final del cuento, la princesa ha elegido marcharse, su misión está completada, el amor es infinito y nunca se gasta ni se malgasta, pero ya toca amar y sostener otras personas y lugares y seguir escribiendo y dando forma a sus propios cuentos y sueños.
Es lo que tienen las princesas de alma libre, hacen lo que tienen que hacer y después se van.