Los valientes

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Estoy rodeada de valientes, no me canso de decirlo, no me canso de gritarlo.

Cada día me regala el inmenso privilegio de conocer y compartir mi vida con grandes transformadores de lo imposible.

Personas espectaculares que eligen dejar atrás lo que no les hace felices, transformar sus miedos en avances, en retos y sus situaciones de vida en posibilidades de algo mejor.

Personas que un día deciden dejarlo todo, reinventarse, apartar lo que les resta, quedarse con lo bueno, olvidar lo malo, perdonar lo que les hizo daño, despedir con amor lo que perdieron o lo que les impide avanzar.

Personas que abandonan lo que a los ojos de los demás es lo correcto, el camino trazado y que reemprenden el vuelo, que saltan al vacío con la confianza de que lo mejor está por llegar, de que la tormenta no durará para siempre.

Personas que eligen escucharse, vivir el camino del corazón, ser fieles a lo que sienten y a como quieren vivir.

Y no son en absoluto egoístas, como alguno podría pensar, son quizá las personas más generosas que puede haber, porque con sus elecciones permiten que también su entorno avance y crezca y que pueda haber cambios, porque se atreven a dar pasos que otros no pueden dar, a poner finales a historias que ya hace tiempo que ya no se escriben.

¡Cuántas lecciones maravillosas me regaláis cada día ,cuanto aprendo de vosotros y cuanta gratitud os debo!

Porque juntos vais tejiendo un mundo mejor, porque camináis hacia vuestros sueños y elegís ser felices pese a todo, porque enfrentáis la vida con valentía dando lo mejor de vosotros.

Y afortunadamente, no sois unos pocos, sois legión.

Infinitas gracias por llegar y estar en mi vida.

El club de las personas extraordinarias

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He tenido el inmenso privilegio de conocer a muchas personas en mi vida, y creo que todas ellas eran o son extraordinarias, porque todos tenemos en nuestro interior esa fuerza y ese poder para transformarlo todo, resurgir, brillar….

Pero hoy, voy a mencionar unas cuantas.

Conocí a una bosnia en Sarajevo tras la guerra de los Balcanes, me contó que antes de la guerra su vida era normal, estudiaba en la universidad y tenía una carrera prometedora como profesora de economía, pero un día salió de la facultad y ya no regresó jamás….”he cambiado aquellos sueños por otros y agradezco estar viva y que mi familia esté bien, la guerra me robó aquellos sueños pero no mis ganas de vivir y de construir otros nuevos”

Conocí a una chica de 19 años en Cuba, enamoradísima de su novio, nieto de españoles que estaba arreglando papeles para poder venir a España, “le amo muchísimo y justo por eso le tengo que dejar marchar, tengo que dejar que viva esa oportunidad, no sé cuándo se marchará pero trato de ser feliz cada día, por el tiempo que sea”

Perdí a una de mis mejores amigas con 16 años, víctima de una leucemia que se la llevó entre un verano y otro, se quedó casi sin pelo, se lo rapó y se lo tiñó de platino y siempre recordaré aquella sonrisa permanente en su cara y sus ganas de vivir el tiempo que fuese intensamente, sin mirar atrás ni hacia adelante, solo viviendo el presente.

Uno de mis abuelos antes de morir estuvo ingresado en el hospital más de un mes, y tuve el enorme privilegio de acompañarle todas las tardes mientras se apagaba, una de las tardes me hizo un maravilloso regalo : “pienso, que yo ya he visto todas las cosas en este planeta, es verdad que no he salido casi de España, no he viajado mucho, pero he vivido mi vida tranquila y he hecho lo que tenía que hacer, y ahora vosotros vividlo todo y sed felices” me dijo con los ojos llenos de paz.

¿Cuánta gente extraordinaria hay a tu alrededor, que te demuestra cada día que es posible transformarlo todo, por imposible que sea?

Seguro, que si miras ahí dentro, tú también podrías ser parte del club de las personas extraordinarias, sí, ¿verdad?

¿Cuando elegiste ser feliz?

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El dia que elegí ser feliz, estaba sola, no había nadie a mi alrededor, no tenía prácticamente nada, porque lo había perdido todo.

Aunque realmente, creo que elegí ser feliz, justo cuando nací, pero luego crecí y creo que poco a poco se me fue olvidando….

Y fui llenando mi vida de cosas, personas, objetivos, proyectos que una vez logrados me darían la felicidad.

Y llegaron a mi vida todas esas cosas que siempre quise, y las personas y los objetivos…

Pero la felicidad era esquiva y nunca la alcanzaba, siempre quedaban más cosas, personas objetivos….hasta que un día emprendí el camino inverso, el de perderlo todo

Y resultó, que fue desde la nada más absoluta, cuando recordé que un día tiempo atrás, yo elegí ser feliz.

Y recordé lo que es ser feliz, ser feliz es fluir con el viento cuando te da en la cara en un dia lluvioso, es mojarte en los charcos cuando toca, sabiendo que acabarás secándote con el sol, es elegir el lado del arcoíris donde los colores los pones tú, rendirte al calor del amor, respirar el frescor del amanecer, cerrar los ojos y escuchar latir tú corazón y…. nunca olvidar, que la vida es un viaje y la felicidad disfrutar de cada instante mientras viajas y que uno desde que nace ya es feliz por dentro.

¿Y tú, cuando elegiste ser feliz? ¿Aún no has empezado a disfrutar de tu viaje?

¿Vas a seguir buscando fuera lo que ya tienes dentro de ti? Tú decides, tú eliges.

 

 

 

El dios de las pequeñas cosas

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El poder de lo insignificante, de valorar un gesto, un intercambio de sonrisas, los abrazos, la palabra cálida de un desconocido, de perderse en una mirada que en un solo instante te lo dice todo.

Quiero mecerme en la luz del amanecer, que cuando abra los ojos medio adormilada, los rayos de ese sol que acaba de nacer me tejan una cuna de rayos dorados y me canten una nana, mientras agradezco que tengo un nuevo día por delante.

Quiero aspirar el olor del verde, del césped recién cortado y sentir como las diminutas gotitas de agua me mojan las plantas de los pies cuando camino sobre él.

Quiero caminar descalza sobre la arena de una playa sin fin, y dibujar círculos infinitos con los dedos de los pies, mientras siento como la arena se va calentando acariciada por el sol.

Quiero recordar cómo te enredabas en mi pelo y el sabor de aquellos besos tan dulces de madrugada.

Quiero releer una y otra vez todas esas viejas cartas que me escribiste cuando me querías, porque aunque ya no me quieras todo eso sigue en mí, esa historia que escribimos entre los dos aunque es pasado formará parte de mí para siempre.

Quiero ver todas las viejas fotos en las que están todas las personas que tanto amé y que me contemplan ahora desde las estrellas, esperando que algún día vuelva a reunirme con ellas.

Quiero recordar la playa perdida en la me sentí libre de nuevo mientras contemplaba aquella puesta de sol.

Quiero contemplar esa amapola que cada primavera vuelve a florecer salvaje y delicada en algún recóndito lugar para demostrarme que la belleza, está siempre ahí para mí cuando me permito descubrirla.

Quiero decirle a toda la gente que quiero que la quiero sin tener que esperar a que sea demasiado tarde.

Quiero perderme en el bosque, arropada por la magia de los árboles y sentir como la luz y la oscuridad juegan al escondite entre sus hojas.

Quiero cerrar los ojos y sentir toda la vida que hay en mí,respirar con el corazón, rebosar de amor, reconocer la divinidad que habita en mí, y sentir que en este instante me invaden una paz y felicidad absolutas.

Al margen de lo que pase en el instante siguiente, de lo que esté viviendo en este momento, de lo que me vaya a suceder, por este instante tengo el poder absoluto sobre mi vida, sobre el aquí y el ahora, y me permito sentir y ser inmensamente feliz, estoy en paz, soy luz, soy perfecta y nada más importa.

Y con ese poder y esa fuerza, sé que seré capaz de cualquier cosa.

¿Y tú? ¿Cómo te quieres sentir?¿qué es lo que quieres?

¿Quieres probar a ver y sentir tu dios particular de las pequeñas cosas? ¿O acaso la vida no está tejida justo de esos pequeños instantes y esas pequeñas cosas, que solo por unos instantes te hacen sentir maravillosamente conectado a la felicidad que habita en ti…..?

Recuerda que siempre puedes regresar a ese lugar donde habita tu dios de las pequeñas cosas, a coger fuerzas para afrontar lo que sea.

¿Pruebas y me lo cuentas?

Y llega la primavera…

Primavera

Y llega la primavera…..

Y el amor se ha marchado, pero sin embargo una parte siempre estará y formará parte de mí.

Guardo ese calor en el corazón  y me dará fuerzas para seguir caminando, hacia adelante, siempre hacia adelante….y he ganado mucho más de lo que podía haber perdido, y he vibrado y he sentido y sin duda, solo puedo decir que ha sido precioso.

Y he sido fiel a mí misma, a lo que sentía y a mi elección, y acepté mi regalo del universo, lo tomé entre mis manos, lo acuné, lo cuidé, lo acaricié y le di mi aliento, fui consciente de cada paso y he sido inmensamente feliz, plena, libre y sobre todo yo, yo, en estado puro.

Y llegó el final, que no deja de ser otro principio.

Y me envuelve la gratitud por lo vivido y lo sentido, por la brisa que acariciaba mi pelo, por las olas del mar, por la certeza de que siempre vuelve a amanecer y el privilegio de sentir que alguien se acercó y me tocó el alma, aunque no viniera para quedarse.

Aprendí lo que tocaba, crecí lo que necesitaba mi espíritu y ahora toca remontar el vuelo, volver a batir mis alas para coronar una nueva cima.

Y ojalá que todos mis finales, sean tan hermosos como este y me dejen tras las lágrimas tanta paz.

Y llega la primavera…y el amor se ha marchado…pero si embargo sigo teniendo el corazón a rebosar.

Y por loco que parezca, sigo siendo inmensamente feliz.

Gracias, Gracias, Gracias

No dejes que las etiquetas decidan por tí

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Somos mucho más de lo que los demás deciden que seamos

Cuántas veces en la vida nos vemos obligados a ser y actuar exactamente de acuerdo a lo que los demás esperan que seamos.

Cada vez que nos sucede algo, el resto del mundo nos juzga, nos etiqueta de alguna manera y es muy difícil no caer en la tentación de ser lo que los demás esperan, lo que los demás deciden, renunciando por tanto a lo que nosotros habríamos elegido ser o sentir.

Nos sucede algo y pasamos a ser el pobrecito, la persona que no tiene recursos para gestionar lo que nos ha pasado, la persona desvalida, débil, triste, inmóvil, presa de sus circunstancias.

Y es a veces tentador dejarnos caer en esas etiquetas abandonarnos sin más….

Pero si dejamos de ser responsables de nuestra propia situación y les regalamos nuestro poder, no podremos avanzar.

Con ese movimiento, con ese ceder nuestro poder, estamos regalando y poniendo en manos de otros la oportunidad que tenemos de transformarnos en lo que queramos, de decidir qué hacer con nuestra vida.

Por eso te animo, a que la próxima vez que te suceda algo ,no te dejes llevar por lo que los demás opinan de ti, que no te dejes arrastrar por lo que se supone que deberías sentir, por como deberías actuar.

Párate un instante, Recupera tu centro, tu poder, tu esencia y siéntete como te quieras sentir, actúa como quieras actuar, y sé libre.

Libre como el viento, bate tus alas, y permítete gestionar las cosas tal y como desees.

¿Por qué tendrías que ser fuerte, víctima, pobrecito, estar triste o alegre, deprimido, eufórico o agradecido?

Solo desde tu centro u ejerciendo tu libertad sin estar sujeto a nada más que ser fiel a ti mismo podrás comenzar a transformar tu vida.

Y a partir de ese momento en que coges las riendas de tu situación, empieza un camino que solo puede llevarte hacia adelante, porque solamente tú, eres el arquitecto de tu propia vida.

Que los demás te acompañen en el camino, pero que no elijan tu camino en función de sus etiquetas.

¡Decide ser libre!

¡Feliz viaje!

Transformando lo imposible

Minientrada

¿¿¿ LO IMPOSIBLE???

Como no podía ser de otra forma el primer post de este blog, va a hablar sobre lo imposible,¿ y que es algo imposible?, es algo a lo que nuestra mente ha puesto una etiqueta mental, nada más que eso, una palabra tan vacía o tan llena de contenido y de verdad, como tú quieras, como tu elijas.

La vida está llena de ejemplos de cosas que aparentemente tildamos como imposibles y que luego se volvieron realidad, y es que entre algo posible y algo imposible hay una distancia muy corta.

Una distancia que tiene que ver con nosotros mismos y con lo que elijamos hacer, con lo que elijamos creer.

Tanto si crees que algo es posible,como si crees que no lo es, tienes razón, todo es cuestión de que lugar elijas colocarte.

Hay una frase que me gusta mucho y que suele venir a mi memoria de vez en cuando que dice: “No digas es imposible, di, no lo he hecho todavía”

De forma que si quieres, te invito a transformar lo imposible en algo posible, en cambiar esa etiqueta por otra que sea mucho más retadora.

Para que cuando mires atrás puedas decir, es verdad que no hay nada imposible, nada que no pueda conseguir.

Para que cuando mires el camino recorrido, veas todo lo que dejaste atrás, estando profundamente agradecido a cada piedra del camino, pero que veas que el camino continúa y el único límite es el que tú te pongas.

¿Y por qué transformando y no otra palabra?, porque transformar es cambiar algo, modelándolo, reconociendo lo bueno que tiene y dándole poco a poco la forma que queremos que tenga, no es partir de cero, es partir de todo lo que tenemos y que nos será muy valioso e ir añadiendo, aligerando, modelando, compensando….pero sin perder la esencia, ese impulso que hizo que quisiéramos transformarlo en algo más valioso, mejor, evolucionado.

La transformación más espectacular que para mí se produce en la naturaleza es la de la metamorfosis de oruga a mariposa….pero nunca olvido que la mariposa por muy bella que sea, conserva en su esencia, en su ADN la parte de oruga que nunca dejará de ser.

La mariposa siempre tendrá que agradecer su pasado de oruga porque sin haber sido oruga, nunca habría podido llegar hasta la mariposa de bellos colores en que más tarde se convertirá.

Del mismo modo nuestra vida transcurre así, no somos lo que nos sucede sino lo que hacemos con lo nos sucede.

Y ahí es donde elegimos transformar algo aparentemente imposible en lo que nosotros queramos.

Siempre elegimos, puede que haya cosas que nos vengan impuestas, es verdad, que lleguen a nuestra vida sin que las tuviéramos previsto, pero justo un instante después de que sucedan o  de que lleguen, el qué hacer con ellas es decisión nuestra.

Por pesadas que sean las cargas, por difícil que nos parezca el camino que se abre ante nuestros pies, por mucho que echemos de menos a quien hemos perdido, lo que un dia tuvimos, lo que pudo haber sido y nunca fue, alguien a quien amamos muchísimo y no llegó si quiera a nacer, por muy pesada que sea la carga de la enfermedad que vivimos, siempre elegimos que vamos a hacer con todo eso, cuál va a  ser el paso que daremos al día siguiente, cual va ser la primera palabra que vendrá a nuestra mente al despertar.

Si quieres cambiar, cambia, si quieres mejorar, mejora….no te pierdas en excusas de que las cosas no dependen de ti, siempre hay algo que puedes hacer para llegar hacia dónde quieres llegar.

Porque el dolor , el miedo, la tristeza… también se pueden transformar, todo es cuestión de  que saques de tu interior la elección de cambiarlos, de trascenderlos y de que esas experiencias te ayuden a ir hacia adelante y a sacar la mejor versión de ti mismo.

¿Me dejas que te acompañe en este viaje?